Este documento examina las bases de una respuesta "centrada en la comunidad" al Covid-19. Destaca las presiones sobre las comunidades debilitadas por la austeridad, las crecientes desigualdades y los recortes en la infraestructura social. En él se examina el impacto desproporcionado de la pandemia en las comunidades de bajos ingresos, a la vez que destaca hasta qué punto han sido excluidas de los debates sobre las políticas para limitar la propagación del Covid-19. En concreto, el presente trabajo examina cuatro enfoques para ayudar a la inclusión de los barrios en las estrategias para hacer frente a la pandemia: la promoción de la participación de la comunidad; la contratación de defensores de las personas aisladas; la creación de una iniciativa nacional para apoyar la actividad centrada en la comunidad; y el desarrollo de políticas a largo plazo. El documento concluye con las cuestiones que la sociedad y las comunidades deberán abordar ante la posible continuación de las medidas de fomento del distanciamiento físico.