La discriminación por edad existe cuando la “edad” se utiliza para categorizar a las personas y crear divisiones sociales, con la consiguiente injusticia, daño y falta de solidaridad entre generaciones. La discriminación por edad es muy perjudicial para nuestra salud y bienestar e impone un alto costo a las sociedades. Se pidió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que desarrollara, en cooperación con sus socios, una campaña mundial para combatir la discriminación por edad.

Esta guía, desarrollada para la campaña, se basa en la evidencia del Informe global sobre discriminación por edad de que las intervenciones para el contacto intergeneracional son una de las tres estrategias que han demostrado funcionar para abordar la discriminación por edad, junto con políticas, leyes y intervenciones educativas.